Résumé:
Andalucía fue testigo a principios del siglo XI d.C. de un caos político y regional, que condujo a la caída del califato y al surgimiento de reyes de sectas, y uno de estos reyes es Al-Mu‘tamid Ibn Abbad, quien tomó el trono después de su padre en Sevilla en 1069. Durante su reinado fue sometido a hostigamientos externos, lo que lo llevó a buscar la ayuda de los almorávides, quienes pasaron de una bendición a una maldición sobre él, por lo que lo capturaron con su familia en Aghmat, y murió en 1095.